Tributo a una mariposa

Tributo a una mariposa

Ahora vuela.
Ayer te arrastraste.
Ayer te escondiste.
Ayer sufriste.
Ahora vuela.

lunes, 21 de junio de 2010

... quién pregunta quién soy...

Para aquellos que se quejaron del anónimato aparente. Aparente, ya que de está manera soy lo más transparente que puedo, más que en persona... ¿Quién soy?
Un espantapájaros largo de cabello negro, lacio, barbilampiño...
Un poeta callejero que se dedica a poetizar su entorno...
Un crítico de la vida y de quienes no entienden el porque de mi elección...
Aceptado en las mejores Universidades, en la Escuela de Artes plásticas, en el seminario mayor de la Diocesis y en los bares de peor muerte de la ciudad...
Un haragán que ha dormido en el parque, el teatro, en la Catedral, en el suelo, en hoteluchos de 10 pesos la noche y hasta en su casa...
Y para los que no entendieron antes: Soy el cometierra, la mítica personificación de la abùlica tradición ancestral de la vida-a-cuestas. Seguidor de lo que prácticamente se ha olvidado entre tantas bebidas light, cigarros light, cervezas light, yogures light, relaciones light, amistades light, amores light, pensamientos light, escritores light... en fin seguidor, lo más fiel que se pueda, de todo lo que represente vivir plenamente, una vida heavy, que pese en mi entorno y en el ajeno. Un seguidor de nada más sencillo que la sinceridad.

jueves, 17 de junio de 2010

Vivo en el núemero 52

El relato de esta historia se remonta hasta lo más profundo de la historia de su familia. Como es sabido en todas las familias existe un antecedente de locura. Y es que nadie está exento de sufrirla y al asumir que se hereda... no nos queda más que aceptarla. El resultado de la trágica unión... decendencia-dementes-rojizas telarañas-plomo de tiempo-pasajero-rencor de olvidados-recuerdos de puertos, montañas y lagos pantanosos de imaginación-compartida se queman bajo la lluvia (que cae y cae y no va dejar de caer) destinos inciertos de caminantes sin vereda-oceánica de algas resbaladizas, donde comen los caracoles... donde comen mis compatriotas... donde comen los personajes que su mente inventa en el suelo de la camioneta que se mece, se mece, se mece en la tierra que se mueve, se mueve, se muebe, se mueble, se moeble, se moebre... en el insesante cambiar del eco oceanico en la galera-cavernicola que mi número 52 se ha vuelto... vivo en la calle de la antigüa vida de los colonizadores (invasores-recurrentes) en la casa donde desemboca el mar, retozan los fantasmas de antaño, la daga de mi tio el loco, comen los caracoles... vivo en el número 52...

martes, 15 de junio de 2010

Sin embargo... lo hacés

...cuando caminas...
...cuando ves...
...cuando intentas entender...


...y aún cuando lo niegas...

lunes, 7 de junio de 2010

...chica de Bariloche... te explico... asi lo entiendo yo...

Se entiende en aroma de café, humo de cigarro, hojas de té secadas al sol... en lluvia, diestra amiga de la cama y siniestra enemiga de la luz... Reververaciones cuneiformes de girones platinados, reflejos del sol vespertino en mi ventana... La lluvia son besos del cielo, a veces apasionados, aveces tímidos. En pasos de hormiga se cuenta el tiempo en el mundo de versos y caricias... ¿Me entiendes?

En un frasco de formol

...y creias que iba a dejarlo...

martes, 1 de junio de 2010

Un extraterrestre-ángel en el mundo-infierno

Ella no sabe que es un estraterrestre-ángel en medio de un mundo-infierno. Y ella hace cosas de ángeles y el mundo no la comprende. Y ella no sabe que pasa {o lo sabe de sobra} y actúa como un extraterrestre de visita en el infierno. O no sabe nada, o lo sabe de sobra, el hecho no le interesa... Y es lo más parecido a un ángel-extraterrestre en medio de un infierno-mundo, por que lo sabe, lo ignora, lo cumple y lo hace tan bien... que no debe ser humana.

Una descripción trivial

La mar se volteó y la playa llegó hasta mi puerta.

La arena entre-las-nubes-se-encontraba
y
el agua hacia-la-tierra-se-precipitaba.

...el alarmista el fin del mundo...
...el optimista todavía está creciendo...

Volcanes de tierra y bolsas en mi camino.

La mar se volteó y solo yo me dí cuenta.