Tributo a una mariposa

Tributo a una mariposa

Ahora vuela.
Ayer te arrastraste.
Ayer te escondiste.
Ayer sufriste.
Ahora vuela.

jueves, 26 de agosto de 2010

Una bolsa de ratas

-¡No por favor, confieso lo que quieran... acuso a Pelayo y a Ramirez, a Fierro a quien quiera... pero no la bolsa de ratas no!-
Un bulto grisáceo se acercó con otro en la mano. De una manera frenética se movían de un lado para el otro, mordiéndose, aruñandose queriendo escapar. Con cuidado el bulto mayor ató una cuerda al segundo bulto que, aunque estaba ya cerrado, se veía aún algo vacío. No habían suficientes ratas para llenarlo por completo. La lógica fue simple: si no hay más ratas, es necesario menos espacio. Y así lo hizo. Ahora el saco parecía una especie de embútido, donde una mitad estaba vacía y la otra, la inferior, estaba llena de roedores. Desató el segundo nudo, dejando al descubierto la parte interior del saco que permanecía vacía. Lo acercó a su cabeza y la cubrió por completo. No hace falta describir los gritos. De nuevo ató el saco, esta vez sin apretar demasiado, era la parte del cuello y no quería que se asfixiara, lo hizo casi con cariño. No flojo, no apretado: la presión justa para que ninguna escapara. Los gritos acrecentaron. Poco a poco desató el nudo, el que quedaba sobre la coronilla. Poco a poco los gritos acrecentaron. Poco a poco las confesiones salieron al descubierto. Poco a poco llegó el silencio.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Una vieja discusión

"Estoy harto de encontrar blogs que cuentan lo que ha pasado, aunque me emputan más lo que cuentan lo que hubiera pasado, pero me pone de ciento cincuenta y un mil que cuenten lo que va a pasar. Me encabrona de sobremanera que a eso le llamen arte."

"El artista llega al recurso extremo del anti-arte (enatendido como aquello contrario a lo esperado) cuando lo convencional deja de ser útil para su desarrollo creativo. Verbigracia, el maestro pianista en un recital interpreta la única nota de su obra maestra... o algo así. Si él lo hace maestro, si vos lo haces (sabemos que sos pésimo con las manos, o si no recordate de cuantos vasos has quebrado el último año) sos un ridículo."

"Odio a Paulo Cohelo y su 'literatura'. Y a los ilusos que creen que es escritor... les aconsejo leer."

"Detesto a quienes dicen ser escritores/poetas/artistas y no son capaces de redactar un texto coherente, con una historia decente y con un significado explícito. A quienes se conforman con palabras altisonantes/oscuras/necias, regionalismos exagerados, versos sentimentalistas con un significado oculto que solo el autor entiende en el momento de escribirse y luego solo es un texto más, letras con forma pero sin contenido."

"Hablando claro: en el mundo real el marketing se come al talento, pero este le sobrevive al primero."

"Lo peor, yo también soy así..."

"Poetita de mala muerte, regresate a arrear pijijes..."

martes, 24 de agosto de 2010

Nombre

Guatemala, junio (en realidad mayo) de este mísero año...

Escribo tu nombre en tinta roja y realmente no entiendo que es lo que espero lograr con ello...

El día que te dejé entrar

El día que te deje entrar llovía. No sabía que ese día me condenarías a vagar eternamente (o hasta que la vida dure) en la incertidumbre, en este infierno-húmedo, íntimo y personal, privado y privativo, desde donde veo el falso-mundo por el falso-cristal de un contenedor plástico y hermético, que distorsiona mi vista y acongoja mi mente. Desde que te conocí no ha parado de llover. Y es que cuando te deje entrar contigo lo hicieron la lluvia, esa canción de los beatles que tanto detestábamos, el expresso, -"hueles a gelatina de uva" te dije mientras paseabas por debajo de las jacarandas, era marzo y el sol caía cansado de la labor del mediodía-, y esas espinas sin flores que nos regalamos por habernos aguantado un mísero día más... un beso en el ocaso de tu alma... cuando te deje entrar llovías y sorteabas, toreando diestramente, la intolerancia: vacío contenedor de prejucios y mentiras, proyección del mal endémico-humano del egoísmo y la vanidad vomitadas en frases repetitivas (repetitivas repetitivas, repetiti...); la censura: castración de mentes, aborto de ideas, desperdicio de tiempo; y la estupides colectiva de una sociedad que, presumiendo de logica, resulta ilogica en cuanto a la apreciación del arte de vivir, sísmica reververación actoral de la no-persona, de la no-sociedad que critica la mierda que a diario come, habla, lee, escribe, para mantenerse en su estado de putrefaccion-reprimida. Conjunto de mentes embrionarias llenas de algodon de azúcar... El dia que te deje entrar llovia, y ahora... lluevo contigo...

jueves, 19 de agosto de 2010

...lluvia...

Estoy sentado frente la mesa, en el restaurant donde fue (de alguna manera que no se explicar) nuestra última cita. Recuerdo tu mano suave. Flotabamos. Si levanto la vista, acto mecánico para algunos un tormento en mi estado, veo por la ventana. Ahora llueve. Parece que ha llovido por siglos en esta gris, cada-vez-más-sucia y triste ciudad. Camino bajo la lluvia. Repaso en mi mente los versos que te escribí. Ya hace tanto de eso. Recuerdo nuestros pies jugando bajo la mesa mientras comíamos, mientras hablabamos, mientras reiamos, mientras nos veiamos. Recuerdo tu cabeza en mi hombro mientras caminabamos frente a las dulcerías. Dos niños cuidandose mutuamente. Ahora te soy sincero aún no soy capaz de cuidarme a mi mismo. Lo veiamos todo, no queriamos nada. Recuerdo leyendote un poema bajo la lluvia, los dos gestos que más me odiaste. Hoy llueve y aún escribo, me has de odiar todavía más que antes. Mi primer poema corto obra primigenia de un alma adolorida... para ti. "No leas cosas que no entiendo./ No escribo cosas que no entiendes./ Adios,/ realmente te ame."