Tributo a una mariposa

Tributo a una mariposa

Ahora vuela.
Ayer te arrastraste.
Ayer te escondiste.
Ayer sufriste.
Ahora vuela.

lunes, 20 de diciembre de 2010

El ritual de invocación del cuento 32 (parte sexta)

-En una sala de espera de hospital hay un joven vestido de negro escribiendo una carta. Todo el mundo (o sea los otros tres personajes) lo ignoran. La sala de espera es blanca y limpia... apesta a sangre, a muerte. Es de color blanco y hay una pintura enmarcada de rojo en una de las paredes más largas.
-Es un cuento aburrido... no lo escribas...
-Ya lo terminé.
-¿Y?
-Yo solo te contaba...

(La ignorancia de su desgracia es la felicidad del imbécil y la ventaja del abusador.)

-Preferirías un cuento que vuelva a contar el drama del conflicto armado. O de un soldado en Irak, o mierdas al estilo Cohelo...
-Pues esos cuentos son los que ganan premios...
-¿Y acaso quiero ganar uno? Escribo por vo-ca-ci-ón, no para ganar premios...
-Te vas a morir de hambre.

(No solo de pan vive el hombre... aveces también tomo agua)

-Llevas dos días sin comer.
-Estoy escribiendo.
-Eso no te impide comer.
-Escribo mejor cuando siento necesidad.
-Aparte de hambre que otras necesidades tenés...
-Aveces también paso en vela días completos. No me baño, no hablo con nadie... solo escribo.

(...olía a miel, sabía a mar...)
[Aléjate, demonio, recuerdo oscuro de errores recurrentes, aléjate]
(...olía a gelatina de uvas...)
[Sos un mal recuerdo de una pesadilla inventada, desaparecete.]
(...copa verdes, capas moradas...)
[NO, no fue en la sala de esperas del hospital...]
(...la segunda mariposa [la que esconde tu bikini] es la que más me gusta...)
[Por favor...]
(...en un gemido, en un lamento...)
[Una lluvia de estrellas.]
(...solo olía a café recién molido...)
[...aveces lloraba en mi hombro...]


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