La verdadera historia de aquellos que ayer realmente fueron y ahora ya no lo son

Este es uno de los cuentos que cuando era niño oía antes de dormir...

"Antes que el tiempo fuera tiempo y un hilo casi invisible envolviera todo lo que existe, en el mundo de las aves, la gallina era la más respetada. Aves bellas e inteligentes. Las gallinas de hoy en poco se parecen a las de antes ya que, como por
todos es sabido, el tiempo hace que todas las cosas cambien. El par de alas fuertes, los picos ágiles, toda la majestuosidad de antaño poco tienen que ver con esas debiluchas, regordetas y torpes aves actuales. Pese a su sabiduría, o a lo mejor a
causa de esta, las demás aves las envidiavan y, como ustedes saben, la envidia causa ira y la ira lucha. Y así fue. Pico contra pico, aletazo contra aletazo, y a pesar del esfuerzo de ambas partes, la lucha continuó. Por momentos la paz parecía
regresar, pero eso se llaman treguas y siempre terminan. Buscando solución al conflicto (realmente así de sabias eran las gallinas) buscaron la mediación del hombre. El les dijo que las separaría del resto y como no existiría comunicación entre las gallinas y las demás aves el conflicto se solucionaría. Aunque el trato incluía un sacrificio de por medio (como toda negociación sin ganancia no hay trato) con tal de terminar la lucha ellas aceptaron. Unas cuantas no estuvieron de acuerdo al principio: 'Vean la vida que lleva el buey, el cerdo y otros que se han aliado con el hombre...' argumentaron. Ante la situación surgió un plan 'Una vez acabada la lucha nos rebelamos contra el hombre. Sea nuestro canto el grito de guerra, y al
amanecer cuando el hombre aún duerme nos liberamos.' El día que acabó la lucha en el mundo de las aves llegó y el hombre separó a las gallinas del resto en un lugar especial que lo llamó por lo que es: 'gallinero'. Pero el hombre, el más astuto
entre los animales, sabía del plan. Cuando llegaron, el hombre las trato muy bien, la mejor comida, la mejor estancia, lo mejor de lo mejor. Ya que el hombre las trataba tan bien postergaron su plan, permaneciendo listas ante cualquier cambio,
haciendo simulacros a diario. Así fue por algún tiempo. Pasaron las generaciones y cada vez más la idea original del plan se fue perdiendo. Las gallinas se acomodaron tan bien a su nueva vida que comenzaron a perder las virtudes que las caracterizaban ya que no eran necesarias... eso si, nunca olvidaron su grito de guerra, aunque no supieran que significara a base de repetición se convirtió en una costumbre. Pronto su canto al amanecer se transformó en el despertador del hombre, la señal que el saqueo de sus nidos comenzaba. Cuando quisieron defenderse no pudieron -sus picos atrofiados- cuando quisieron huir no pudieron -sus débiles alas- Tenemos un plan -y el pasado olvidado-... la inutilidad total. Aveces se oyé su canto al atardecer, no es un ave confundida, no es un grito de guerra, es el llanto de la ignorancia."

Ante la situación ¿Qué papel jugamos?